Septiembre, el mes del alquiler

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Septiembre ya está aquí. Para muchos, entramos en el mes más odiado: Volvemos al trabajo, al curso académico… ¡Adiós vacaciones!

Sin embargo, para el equipo de legalbono, este mes significa que volvemos con las pilas cargadas, de nuevo al pie del cañón, para amenizarte la vuelta a la rutina. 😉

Hoy te hablaremos de algo que parece difícil de creer:  Para algunos, septiembre es el mes de frotarse las manos. Sí, como lo lees. Septiembre también puede ser un mes deseado.

Seguro que el título de este post te ha dado ya alguna que otra pista sobre quién puede tiene marcado en rojo el día 1 de septiembre en su calendario…

Exacto, hablamos de aquellos que pueden alquilar un piso en propiedad.

piso compartido

Si tienes la suerte de pertenecer a este grupo, o te planteas formar parte de él, estás de suerte. Septiembre está hecho para ti.

Los protagonistas: Estudiantes universitarios

Como te adelantábamos, el fin de las vacaciones significa el comienzo de un nuevo curso académico. Esto se traduce en miles de estudiantes universitarios que abandonan su ciudad natal para trasladarse a la que será su vivienda durante todo el periodo estudiantil. Por tanto, son uno de los culpables de que septiembre sea el mes del alquiler.

¿Pero por qué son tan atractivos los estudiantes para quienes buscan alquilar su piso?

Es una apuesta segura

En primer lugar, aunque sea obvio, porque la demanda de pisos para estudiantes es altísima. Las ciudades que más estudiantes acogen en esta época del año son, como era de esperar, Madrid y Barcelona, grandes capitales, y ciudades con mucha tradición universitaria como Cáceres o Salamanca. Sin embargo, cualquier ciudad con universidad es susceptible de acoger universitarios.

Obtienes un ingreso estable

Dedicar un piso al alquiler para estudiantes asegura una renta estable. Incluso con la crisis, el precio de estos alquileres no ha variado sensiblemente de un año a otro, lo que se traduce en una mayor tranquilidad. El gasto por inquilino varía dependiendo de las ciudades, pero de media la cifra se sitúa entre los 200 y los 550 euros mensuales. En gran parte, porque es muy común compartir piso con otros compañeros y reducir gastos frente a otras alternativas individuales. No estamos ante el caso del alquiler vacacional, altamente estacional y en el que, a pesar de que puedes ganar mucho en pocos meses, hay períodos de sequía total.

Sin sobresaltos

Y, por último, porque es garantía de que tu piso estará alquilado durante los próximos nueve meses, sin sorpresas, ya que los estudiantes buscan, en general, alquilar la vivienda durante los meses que dura el curso universitario.

No me negarás que se trata de un público bastante atractivo si tienes pensado alquilar tu vivienda.

Pero no solo queremos contarte lo maravilloso que es alquilar un piso a estudiantes universitarios. Sabemos que también tiene sus inconvenientes. Por ejemplo, alquilar un piso siempre conlleva un montón de papeleo. Es aburrido, lento y caro, sobre todo si no tienes ni idea de contratos de arrendamiento. Por eso, queremos ir un paso más allá y echarte una mano con tu contrato de alquiler:

Aquí tienes el documento que necesitas.

Tan solo tienes que ir introduciendo los datos que te vaya pidiendo y el contrato se generará automáticamente, totalmente a tu medida. Es 100% legal, fácil, y, lo mejor: ¡ES GRATIS!

Lo sé, es una pasada 😊. Si quieres alquilar tu vivienda, por nosotros que no quede.

¿Por qué debería hacer un contrato de arrendamiento?

Si vas a alquilar tu propiedad, hacer un contrato de alquiler por escrito y firmarlo debería ser prácticamente lo primero que hagáis una vez que el inquilino y tú os hayáis puesto de acuerdo. Quitando el papeleo (de eso ya nos encargamos nosotros) son todo ventajas para ambos:

  • Os facilita dejar todos los cabos atados: Cuando estéis creando vuestro documento, responderéis una serie de preguntas que puede que ni os hayáis planteado. Por ejemplo, ¿quién paga las reparaciones de los electrodomésticos? ¿Cómo y cuándo se hará el pago? Con un contrato os evitáis sorpresas desagradables y disputas, pues ya habréis acordado cómo actuar ante la mayoría de situaciones.
  • Queda constancia de todo lo acordado: Si surge un conflicto, podrás consultar lo pactado fácilmente y ambas partes tendréis que cumplir con lo reflejado en el contrato. Será más difícil que una parte engañe a la otra sobre la duración del alquiler, el precio…
  • Es señal de compromiso: Firmar un contrato supone que las intenciones de ambos de llevar a cabo el alquiler son ciertas. Parece una tontería, pero no lo es: firmar el contrato os dará mucha tranquilidad.

Piso compartido: No solo de estudiantes vive el arrendador.

¿Antes muerto que meter a un universitario como inquilino? No te preocupes, no solo de estudiantes vive el arrendador. Hay muchos otros perfiles de inquilinos que pueden interesarte.

Trabajadores que se trasladan a otra ciudad en busca de trabajo, jóvenes profesionales, expatriados, ancianos que optan por alquiler de piso compartido en lugar de residencias… El común denominador entre ellos es que todos ellos buscan un piso compartido.

En esta modalidad, te aseguras una tasa menor de morosidad y, de nuevo, cierta estabilidad. ¿Por qué? Porque por lo general los inquilinos se involucran a la hora de encontrar sustituto cuando una habitación queda libre para sufragar los gastos de la vivienda y para poder escoger al nuevo compañero. Es un win-win.

De nuevo, como en legalbono buscamos hacerte la vida más fácil, puedes dejarnos a nosotros encargarnos de la parte aburrida. O mejor dicho, déjaselo a este documento. Seguro que no te defrauda.

¿Y tú? ¿Tienes ganas de empezar septiembre?