Contrato de distribución comercial

¿Quieres iniciar tu propio negocio? Convertirse en empresario individual comercializando una marca de renombre es a menudo el primer paso para hacerlo. A continuación, vamos a analizar qué modelo de negocio de entre los contratos de distribución comercial te puede ser conveniente. Además, recopilaremos todos los documentos pertinentes para poder comenzar con nuestra actividad.

Contratos de distribución comercial: Concesión, Franquicia y Estimatorio

 

Concesión o distribución con exclusividad

Son contratos por los que un productor o fabricante, acuerda con un distribuidor el suministro de su marca para su reventa en una zona determinada. Básicamente, el concesionario compra a un precio menor del general del mercado, generando así beneficios en la reventa. El clásico ejemplo de este tipo de contratos es el de concesionario de vehículos.

¿Quieres saber cuándo te conviene una concesión?

  • Cuando seas un empresario independiente.
  • Cuando no tenga interés en estar bajo las directrices de otra empresa. Este contrato nos permite asumir la responsabilidad total de las operaciones. Además, puedes establecer tu propio modo de comerciar.
  • En el caso en que quieras comercializar una determinada marca con continuidad en el tiempo, fijando un establecimiento y clientela.

Franquicia

En la franquicia, la empresa productora o fabricante permite al franquiciado la comercialización de sus productos o servicios de una manera homogénea bajo su marca y símbolos (logo, eslogan, imagen…). En relación a esto, te dejamos en este enlace una guía  sobre propiedad intelectual, por si te sirve de ayuda.

Además, la empresa proporciona los conocimientos técnicos necesarios, a cambio del pago de una cuota fija de entrada y un “canon” periódico que normalmente se calcula en función de las ventas. 

A diferencia del anterior, no suele tener pactos de exclusividad, pues el fabricante puede decidir quién entra en su franquicia. Sin embargo, lo conveniente es acordar en el propio contrato las normas de competencia.

Es muy interesante contratar una franquicia si:

  • Eres un empresario independiente.
  • Quieres vender ciertos productos de calidad en la zona.
  • Te interesa estar bajo las directrices de la empresa propietaria de la marca, pudiendo obtener provecho de sus símbolos comerciales, por ejemplo.
  • Quieres asumir una menor responsabilidad, puesto que la marca será la responsable por los productos defectuosos y los no vendidos.
  • Deseas comercializar una determinada marca con continuidad en el tiempo. Así podrá fijar un establecimiento y clientela, y utilizar su imagen en el local.

Estimatorio

Este contrato mercantil suelen celebrarlo fabricantes o mayoristas con minoristas, por el cual, el fabricante entrega los productos para que el comerciante los venda dentro de un plazo. A pesar de que el mayorista entrega los productos, el minorista no adquiere su propiedad, sino que solo los posee hasta hacer la venta, ganando por ello una comisión.

Cumplido el plazo pactado, deberás pagar al precio estipulado por los productos que hayas vendido y devolver los que no hayas vendido, o bien quedártelos hasta su venta.

Las ventajas de este contrato de distribución respecto de los anteriores son:

  • La inversión es mucho menor. Inicialmente no compras los productos, sino que pagas por las ventas a un precio reducido en comparación con el mercado.
  •  El beneficio lo recibes principalmente en las comisiones por venta.
  • El comerciante minorista asume el riesgo de daños o desperfectos que puedan sufrir las mercancías, y tendría que pagárselas al mayorista.

Una vez conocidos los contratos de distribución comercial, podrás decidir qué modelo de negocio se adapta mejor a tus necesidades.

Contacta con nuestros especialistas para un asesoramiento jurídico detallado sobre estos contratos, así como la constitución de la sociedad más adecuada para tu negocio.